Los que hemos conocido a Climent Garau desde su faceta más pública, no podemos más que admirar su enorme capacidad para generar consenso y puntos de encuentro entre personas que plantean la legítima contraposición de puntos de vista diversos, y eso sin que él haya olvidado nunca la defensa de sus principios, bien arraigados en la democracia, en nuestra historia, cultura, lengua, en la creencia religiosa, la responsabilidad, el sentido del trabajo y del esfuerzo personal, el proïsme y, sobretodo, la bonhomía.

Pocas personas en Mallorca han tenido esta capacidad de poder ejercer un maestrazgo y llegar a ser un referente en la búsqueda de concordia para tirar adelante un proyecto de país basado en valores democráticos, de reconocimiento de nuestras señas de identidad y de defensa de la justicia social.

Climent, por encima de todo, ha sido una persona creyente, con un sentido muy profundo de justicia, de compromiso con los demás, y de resistir la presión de los demás, no por orgullo sino para poder cumplir aquello en lo que buenamente él siempre ha creído: la defensa de nuestra lengua, cultura y libertad como pueblo.

Llorenç Huguet
Rector de la UIB

Fecha de publicación: Wed Sep 02 20:02:00 CEST 2015