El IMEDEA (CSIC-UIB) participa en este trabajo que usa redes ecológicas multicapa para comprobar que algunas especies contribuyen más que otras a conectar la polinización y la dispersión de semillas, y existe además una elevada variabilidad entre individuos
Un estudio, con participación del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (UIBCSIC), del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA-CSIC) y de la Universidad de Coímbra, cuantifica por primera vez la fuerza con la que una especie conecta el proceso de polinización con el de dispersión de semillas. El trabajo, centrado en las aves terrestres de Galápagos durante un año y publicado esta semana en la revista Proceedings of the Royal Society B, concluye que existe una alta variación entre especies; es decir, algunas contribuyen más que otras a conectar los dos procesos ecológicos.
Normalmente en los diferentes ecosistemas de nuestro planeta, los organismos se encuentran estrechamente ligados, llevando a cabo la transferencia de energía a través de interacciones mutualistas (ej. la polinización y la dispersión de semillas) y antagonistas (ej. la herbivoría y la depredación). Estudiar estas interacciones múltiples en conjunto es crucial para predecir la diversidad y estabilidad de un ecosistema.
La mayoría de las especies están involucradas en varios tipos de interacciones bióticas. Dada la dificultad intrínseca para comprender tal complejidad, tradicionalmente se han estudiado estas interacciones múltiples como actividades independientes. Sin embargo, estas simplificaciones contrastan con la forma en que la biodiversidad está realmente estructurada en el medio natural.
“Lo que diferencia las redes multicapa, con respecto a aquellas monocapa, radica en la incorporación de vínculos entre procesos; así, la información de un ave que actúa como polinizadora y dispersora de semilla, conecta los dos procesos. Medir con la misma unidad los vínculos entre procesos y las interacciones dentro de un proceso (ej. plantapolinizador) representa un gran desafío. Esto se debe a que para estudiar cada proceso y grupo taxonómico se utilizan métodos de muestreo diferentes, que rara vez se pueden estandarizar. Por esta razón, la mayoría de los estudios asumen que todas las especies son igual de importantes conectando los dos procesos. En este trabajo cuantificamos empíricamente el papel de cada ave individual en los dos procesos ecológicos y observamos que, aunque el 80% de las especies de aves estudiadas participaron en la polinización y en la dispersión de semillas, solo una pequeña proporción de individuos realmente vincula los dos procesos. Esto destaca la consideración de la variabilidad intraespecífica en los roles funcionales de los individuos”, explica una de las autoras del estudio, la investigadora del IMEDEA (UIB-CSIC) Sandra Hervías-Parejo.
“Queríamos explorar dos factores clave de la importancia de las especies que conectan la polinización y la dispersión de semillas. Por un lado, los rasgos morfológicos entre especies coexistentes que han de ser próximos para que se produzca la interacción y, por otro, las abundancias de las especies que determinan su potencial para encontrarse e interactuar. Por lo tanto, evaluamos cómo los rasgos morfológicos y las abundancias de las especies se relacionan con su importancia para tender un puente entre ambos procesos”, explica Hervías-Parejo.
“A partir del estudio de un único proceso ecológico, sabemos que un rasgo morfológico que es crítico para un tipo de interacción puede ser irrelevante para otro tipo. Por ejemplo, la longitud del pico es un factor determinante en las interacciones plantapolinizador, pero no es particularmente relevante en las interacciones planta-frugívoro. Por el contrario, un rasgo puede ser importante para ambos tipos de interacciones, pero difiere en la magnitud o dirección de su efecto. Por ejemplo, tener un pico grande permite que un pájaro coma frutos de una amplia gama de tamaños, pero puede restringir su acceso a flores con corolas estrechas. Sin embargo, cuando los dos procesos se abordan conjuntamente como en este estudio, es posible dar importancia a las especies según sus rasgos morfológicos desde un enfoque mucho más amplio. Por lo tanto, etiquetar especies como polinizadores o dispersores de semillas es una clara simplificación de su potencial papel ecológico doble. Según los resultados del estudio, tanto el tamaño de las especies, como su abundancia, son dos factores relevantes a la hora de explicar su rol en la cohesión de la polinización y la dispersión de semillas. Además, revelan información valiosa sobre cómo las comunidades naturales están estructuradas”, señala la investigadora.
Según los autores de este trabajo, “identificar los rasgos de las especies que conectan diferentes tipos de interacciones es clave para comprender mejor los procesos que estructuran las interacciones en el mundo real, constituidas por cientos de especies interactuando de múltiples formas”.
Referencia bibliográfica
Hervías-Parejo S, Tur C, Heleno R, Nogales M, Timóteo S, Traveset A. 2020 Species functional traits and abundance as drivers of multiplex ecological networks: first empirical quantification of inter-layer edge weights. Proc. R. Soc. B 287: 20202127. http://dx.doi.org/10.1098/rspb.2020.2127
Fuente: IMEDEA (CSIC-UIB)
Fecha del evento: 03/12/2020
Fecha de publicación: 03/12/2020