La investigadora Marzia Boi estudia los restos de polen de esta reliquia cristiana que se conserva en la catedral de Oviedo
Puede sorprender que la botánica tenga conexión con estudios de reliquias u objetos antiguos, pero el polen de las flores reviste un gran interés científico. De hecho, estas diminutas partículas viajan especialmente por el aire o gracias a los insectos, y recorren distancias bien miradas y marcadas de una flor en otra.
El polen consigue conservarse por siglos, miles y millones de años, por las características de su revestimiento externo (la exina), formada por sustancias muy fuertes y duraderas en la naturaleza.
Por las características fijas de la ornamentación del revestimiento polínico, y por el hecho de que son elementos invisibles a nuestros ojos, ofrecen un buen indicio también en el ámbito forense. Se podría confirmar, por ejemplo, si un sospechoso ha estado en el lugar del crimen buscando el polen de especies del entorno de la escena en su indumentaria, en los zapatos o en su coche. También en arqueología el polen es útil para estudios más complejos que siempre ayudan a aclarar las preguntas cómo, cuándo, quién, por qué, y dónde, y a entender la dinámica y la historia del yacimiento. Estos tipos de investigaciones tienen una fuerte demanda por su gran aplicación; los estudios científicos en reliquias cristianas siempre llaman la atención y despiertan la expectación, también porque no son muy numerosos.
Hace algunos años que la profesora asociada del Departamento de Biología de la UIB Marzia Boi se dedica a estas investigaciones: busca polen entre el polvo que se ha aspirado de una pieza de lino, el sudario de Oviedo, que se conserva en la catedral de Oviedo. Dicha reliquia llegó a Oviedo en el siglo VII desde Jerusalem, junto con otros objetos venerados por la religión cristiana, como en el lienzo que cubrió el rostro de Jesucristo antes de la separación del cuerpo para la sepultura. El lienzo muestra mucha sangre incrustada, con manchas que son sobreponibles sorpendentemente a las del santo sudario, la mortaja de Jesucristo que se conserva en la ciudad italiana de Turín. Mediante la localización de polen se puede aclarar el viaje de la reliquia hacia España, así como el posible uso de ungüentos y bálsamos durante la sepultura u otras contaminaciones. Las muestras se analizan a grandes aumentos en el Servicio Técnico de Microscopia Electrónica de la UIB, y se busca polen y partículas, para crear un banco de datos de todos los restos.
La investigadora acaba de volver de la IV Convención Nacional del Centro Español de Sindonología, que ha tenido lugar en Córdoba los días 10, 11 y 12 de octubre, donde impartió la conferencia «Análisis comparativo de los pólenes del Sudario de Oviedo y la Síndone de Turín», en la que presenta los datos actualizados de su estudio. La investigación progresa favorablemente, visto que el diferente polen presente concede valiosos datos sobre el origen del lienzo, que espera plasmar pronto en un artículo en una revista científica.
Fecha de publicación: Mon Oct 19 09:02:00 CEST 2015