Las simulaciones elaboradas por los investigadores sugieren que las partículas radioctivas de Cs-137 liberadas en el mar a causa del desastre de Fukushime se detectarán el 2014, tres años después del desastre, en la costa oeste de los Estados Unidos. No obstante, este hecho no debería ser motivo de alarma, dado que la concentración de material se encuentra muy por debajo de los límites de seguridad para el consumo humano marcados por la Organización Mundial de la Salud. Esta es la principal conclusión del estudio encabezado por Vincent Rossi, actualmente miembro del Instituto de Física Interdisciplinar y Sistemas Complejos (IFISC) e investigador principal del estudio en el que también han participado investigadores del Climate Change Research Centre (Austràlia) y del Laboratoire d’Étude en Géophysique et Océanographie Spatiales (Francia).
Tras el desastre de Fukushima de marzo de 2011, grandes cantidades de agua contaminada con radionucleidos, como el cesio-137, fueron liberadas en el océano Pacífico. Con una vida media de treinta años, el Cs-137 tiene el potencial de viajar grandes distancias en el océano.
Si bien la radiación atmosférica ya se detectó en la costa oeste de los EUA pocos días después del incidente, las partículas radiactivas en el océano necesitan mucho más tiempo para recorrer la misma distancia.
Los resultados publicados ahora por los investigadores se centran, mediante simulaciones por ordenador, en la manera en que se moverá la radiación a través de las corrientes marinas durante diez años, aunque ya se pueden avanzar algunos datos a mayor plazo, ya que estas simulaciones y las características propias del cesio-137 permiten seguir el camino de la radiación vertida desde Fukushima a través del océano en periodos más largos de tiempo.
«Los observadores de la costa oeste de los Estados Unidos podrán ver un aumento de material radiactivo tres años después del vertido», afirman los autores del estudio, «no obstante, la gente de la costa no debe preocuparse, dado que la concentración de material radiactiva empezó a bajar rápidamente, por debajo de los niveles de seguridad de la Organización Mundial de la Salud, tan rápido como salió de las aguas japonesas.».
Dos corrientes de la costa japonesa, la corriente de Kuroshio y la extensión Kurushio, son las principales responsables de la aceleración de la dilución del material radiactivo, que llevan muy por debajo de los niveles de seguridad de la OMS dentro de los primeros cuatro meses. Remolinos y remolinos gigantes -de algunas decenas de quilómetros de ancho- y otras corrientes en el océano abierto siguen este proceso de dilución y dirigen las partículas a diferentes zonas de la costa oeste de los EUA.
«A pesar de algunas incertindubres entorno a la cantidad total liberada y las probables concentraciones que se pueden observar, hemos demostrado inequívocamente que el contacto con las costas del noroeste americano no será el mismo por todo», afirma el autor principal del estudio y actual investigador del IFISC, Vincent Rossi.
«En aguas de la plataforma al norte de 45º N se experimentarán concentraciones mayores durante un periodo más breve, en comparación con la costa de California», según Rossi, «y esta exposición prolongada es debida a las vías de tres dimensiones de la nube radiactiva. La parte superior se sumergerá a zonas más profundas del océano hacia el subtrópico antes de subir de nuevo a lo largo de la plataforma del sur de California».
Curiosamente, en la primera década, la gran mayoría de los materiales radiactivos quedará en el Pacífico Norte. Finalmente, la radiación se extenderá a otras cuencas oceánicas, particularmente al océano Pacífico del sur de la India, pero nunca en niveles que deban causar preocupación.
Vincent Rossi, investigador del IFISC (CSIC/UIB), Erik Van Sebille, Alexander Sen Gupta y Matthew H. England, del Climate Change Research Centre (Universidad de Nueva Gales del Sur, Australia), y Véronique Garçon, del Laboratoire d’Étude en Géophysique et Océanographie Spatiales (CNRS/UPS/IRD/CNES, Francia), son los autores del estudio «Multi-decadal projections of surface and interior pathways of the Fukushima Cesium-137 radioactive plume».
Fecha del evento: 02/09/2013
Fecha de publicación: Mon Sep 02 09:27:00 CEST 2013