¿Cómo se adaptan los pulpos al impacto humano en las costas de Mallorca?

Un estudio del grupo de investigación en Nutrición Comunitaria y Estrés Oxidativo y del IMEDEA (CSIC-UIB) demuestra que los pulpos sufren modificaciones fisiológicas para poder vivir en ambientes costeros con el impacto del hombre

La revista científica Marine Pollution Bulletin ha publicado recientemente un estudio realizado por un equipo de investigadores del grupo de investigación en Nutrición Comunitaria y Estrés Oxidativo de la Universidad de las Illes Balears y del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA, CSIC UIB) en el que demuestran que los pulpos (Octopus vulgaris) sufren modificaciones fisiológicas para poder vivir en ambientes costeros con impacto humano.

El aumento de los impactos derivados de las actividades humanas (como la contaminación, la modificación o la destrucción de hábitats, etc.) en aguas costeras puede producir efectos biológicos nocivos en los organismos marinos. Estos efectos están relacionados con la producción a nivel molecular de especies reactivas de oxígeno (ROS) que causan daños celulares y tisulares a través de mecanismos de estrés oxidativo.

Los pulpos son organismos muy cosmopolitas que se adaptan a un amplio rango de ambientes, gracias a que tienen la capacidad de controlar el posible daño oxidativo desencadenando respuestas de enzimas antioxidantes. A partir del análisis de las glándulas digestivas de pulpos capturados en diferentes zonas costeras de Mallorca, se ha demostrado que los que habitaban lugares sometidos a un impacto humano más grande (como el Puerto de Andratx y Magaluf) muestran una actividad enzimática mayor (por ejemplo, superóxido-dismutasa, catalasa y glutatión S-transferasa), en comparación con los pulpos de la reserva marina del cabo Enderrocat, en la bahía de Palma.

Además, los investigadores encontraron en los pulpos procedentes de las zonas con más concentraciones elevadas de metalotioneínas, unas proteínas que se unen a metales, previenen el estrés oxidativo del organismo y sirven como estrategia de desintoxicación en varios invertebrados marinos. A la vez, no se encontraron diferencias en los niveles de malondialdehído, otro biomarcador que indica que no existe peroxidación lipídica o, dicho de otro modo, que los pulpos no se ven afectados por la degradación del entorno marino.

Este estudio demuestra por primera vez las adaptaciones fisiológicas de los pulpos en el Mediterráneo y su capacidad para vivir en ambientes antropizados, usando una serie de biomarcadores de gran utilidad para evaluar los diversos efectos de la contaminación ambiental en este tipo de recursos marinos de elevado interés ecológico y comercial.

Referencia bibliográfica

J. Sillero-Ríos, A. Sureda, X. Capó, M. Oliver-Codorniu, P. Arechavala-López. «Biomarkers of physiological responses of Octopus vulgaris to different coastal environments in the western Mediterranean Sea». Marine Pollution Bulletin, 128 (2018), 240-247. doi: https://doi.org/10.1016/j.marpolbul.2018.01.032

Fecha de publicación: 24/01/2018