Un estudiante de doctorado de la UIB cruza el Atlántico con la expedición internacional ODEMAR para estudiar la formación de la corteza oceánica a lo largo de esta cordillera sumergida
El estudiante de doctorado de la UIB Miquel Massot Campos ha participado en la expedición internacional ODEMAR, que durante 34 días ha recorrido a bordo del barco Porquoi pas? los más de 4.000 km que separan el puerto de Mindelo (Cabo Verde) del puerto antillenco de Pointe-à-Pitre (Guadalupe). La expedición ha reseguido la dorsal mesoatlántica, una cordillera sumergida al fondo de este océano, con el objetivo de estudiar la formación de la corteza oceánica.
La corteza terrestre aumenta gracias a las dorsales oceánicas activas que llevan a la superficie rocas profundas de diversos kilómetros por debajo. Estas rocas emergen por la separación continua de los continentes americano y africano (~ 20 mm por año). La separación produce macizos curvados, lisos y estriados, alzados centenares de metros por encima del fondo marino. Durante su formación, la actividad magmática, la deformación tectónica y la alteración hidrotermal interactúan, y las rocas expuestas en el fondo marino son los testimonios de estas interacciones. La expedición científica se ha centrado en el estudio de estas interacciones para comprender la formación de dichas estructuras, que son comunes a lo largo del sistema global de dorsales oceánicas, mediante el análisis de las rocas extraídas del fondo marino.
Miquel Massot, estudiante de doctorado de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, zarpó el pasado 16 de noviembre de Mindelo junto con una cuarantena de investigadores de Francia, Alemania, los Estados Unidos, Gales, España, Noruega y Grecia. La expedición tocó tierra el 19 de diciembre en Pointe-à-Pitre.
A lo largo de estos 34 días de expedición oceánica a bordo del Porquoi pas?, el investigador de la UIB ha participado en actividades diversas, como las inmersiones del robot teleoperado ROV Victor 6000, calibrando la cámara principal de pilotaje, y la generación de mosaicos del fondo marino, los cuales son de gran valor para los geólogos, dado que les permiten obtener una visión más global de todo un segmento de un macizo. Miquel Massot también se ha encargado del trato y almacenamiento de los más de 5 terabytes de datos generados en la misión, así como del soporte informático.
Sin fines de semana ni festivos, el trabajo a bordo ha sido ininterrumpido. Por la mañana, se ponía el robot autónomo AUV Abyss 6000 en el agua. Al mediodía, es realizaba una draga y una inmersión con el ROV una vez la draga se había acabado. La inmersión del ROV duraba hasta el día siguiente por la mañana, cuando era recogido junto con el AUV. Acto seguido, el AUV descansaba un día para cargar baterías.
En total se han realizado 21 inmersiones del ROV, 12 inmersiones del AUV y 15 dragas. Los resultados obtenidos en el marco de la expedición ODEMAR son una aportación científica de gran relevancia. Se han obtenido mapas batimétricos de la zona de alta resolución, y las dos toneladas de roca extraída de diferentes lugares permitirán a los geólogos la caracterización de estos macizos y la comprensión de su formación.
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Fecha del evento: 29/01/2014
Fecha de publicación: Wed Jan 29 07:14:00 CET 2014