Transformar la evaluación para contribuir a la inclusión

La tesis doctoral de Ana M. Franco investiga los factores que condicionan la implantación de sistemas de evaluación que favorecen la inclusión en ESO

La tesis doctoral de Ana M. Franco Sánchez parte de la preocupación por los sistemas de evaluación de un sistema educativo que pretende incluir alumnos diversos, pero que recurre de manera reincidente a las evaluaciones externas como instrumentos para categorizar y clasificar a los alumnos y dividirlos, finalmente, en itinerarios desde edades primerizas y dentro de las etapas de enseñanza obligatorio, en lugar de apostar por potenciar el valor pedagógico de la evaluación. El planteamiento de Ana Franco, que ha trabajado durante quince años como orientadora escolar y profesora de apoyo en ESO, alerta de que este sistema de evaluación se vuelve un artefacto de exclusión para el alumnado en situación de desventaja y, por lo tanto, potencia itinerarios de fracaso escolar y abandono prematuro, que son predictores a curto y a largo plazo de situaciones de exclusión social.

Por eso, la investigación de esta investigadora ha tenido como objetivo principal indagar en el enfoque de un grupo de profesores de ESO de un centro escolar sobre la evaluación del aprendizaje de los alumnos para identificar y hacer visibles las barreras que se interponen entre un modelo de evaluación tradicional y un modelo de evaluación que respete los principios de la inclusión educativa. La tesis la ha dirigido la doctora Dolors Forteza, del Departamento de Pedagogía Aplicada y Psicología de la Educación.

A partir del análisis de la realidad del centro escolar y del enfoque que tiene el profesorado sobre la evaluación, la investigadora ha identificado diversos factores que dificultan la puesta en marcha de un proceso de cambio hacia planteamientos curriculares y organizativos que garantizan la presencia, la participación y el progreso de todos los alumnos. Así, la investigadora ha detectado la ausencia de un proyecto de centro que apoye una educación y evaluación inclusiva; el peso que aún mantiene la metodología tradicional y la evaluación sumativa; las adaptaciones curriculares individualizadas y la repetición de curso como medidas de atención a la diversidad; la falta de espacios y de tiempo para la reflexión conjunta y el trabajo en equipo; la implicación de las familias; la ratio de alumnos; y la hegemonía de los exámenes como instrumentos principales para evaluar a los alumnos. En cuanto a los profesores, la falta de formación y la actitud son las principales barreras identificadas. En cuanto a los condicionantes externos, la política educativa y las pruebas de diagnóstico y la presión de los informes del Proyecto Internacional para la Evaluación del Alumnado (PISA), también impiden avanzar hacia la implantación de sistemas de evaluación inclusiva.

Como fruto de la tesis, la investigadora concluye que es necesario un replanteamiento de la evaluación del alumnado desde una perspectiva global, a la vez que apunta que la cultura de los centros es un factor crucial para implantar prácticas que garanticen el éxito de todos los alumnos. Así, Ana M. Franco destaca que los espacios de reflexión compartida entre docentes son un camino a recorrer y un potente motor de cambio, dado que pueden servir para promover procesos de formación continua de los docentes y contribuir a repensar las prácticas evaluadoras. Además, estos espacios pueden contribuir a hacer tambalearse las resistencias individuales y colectivas que frenan la implantación de la evaluación inclusiva.

Ficha de la tesis doctoral

  • Título: La evaluación del aprendizaje del alumnado en la ESO. Estudio de caso.
  • Autora: Ana María Franco Sánchez
  • Programa de doctorado: Educación Inclusiva
  • Departamento: Pedagogía Aplicada y Psicología de la Educación
  • Directora: Dolors Forteza Forteza 

 

Fecha de publicación: 08/07/2016