Secuenciación masiva de ADN para analizar la biodiversidad en la Bahía de Palma y sus ambientes portuarios

Un estudio del IMEDEA (CSIC-UIB) para la Autoridad Portuaria de Balears permite probar la eficacia de una nueva metodología que incrementa el número de especies de anélidos presentes en aguas de las Illes Balears. La APB defiende la colaboración con el mundo académico para sustentar sus decisiones sobre datos objetivos.

Un equipo de investigadores del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA, CSIC-UIB) ha elaborado un estudio sobre la biodiversidad del fondo marino en el puerto y la bahía de Palma que ha permitido identificar un total de 269 especies de gusanos marinos. Esta gran diversidad de especies es, a parecer de los investigadores, un indicador de la complejidad de hábitats en la bahía y refleja el desconocimiento de la diversidad que nos rodea, más elevada de la esperada. El trabajo de los investigadores también ha identificado especies que no habían sido citadas hasta ahora en las Illes Balears, algunas de ellas consideradas como invasoras.

El trabajo es fruto de la colaboración entre la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) y el IMEDEA (CSIC-UIB), que firmaron hace un año un contrato de investigación para realizar un «Análisis de la biodiversidad del fondo marino (bentónica) del puerto de Palma y otras zonas de la Bahía de Palma».

El proyecto, liderado por los doctores Joan Pons, del IMEDEA (CSIC-UIB), y María Capa, del Departamento de Biología de la UIB y el NTNU University Museum de Noruega, surge de la voluntad de responder a una pregunta: ¿Es el ADN un instrumento preciso y rentable para identificar especies y hacer un seguimiento del estado de conservación de las comunidades marinas?

Para responder en esta pregunta, los doctores Capa y Pons han desarrollado una nueva metodología de análisis basada en el uso de técnicas de secuenciación masiva de ADN que ha permitido comparar la composición de especies de gusanos marinos y su abundancia en tres áreas con un impacto humano diferente: el puerto de Palma, el Portitxol y la zona marina protegida de la Bahía de Palma.

Para el presidente de la APB, Joan Gual de Torrella, «lo esencial de la colaboración continuada entre el puerto y la comunidad científica es obtener datos objetivos sobre los que poder tomar decisiones acertadas, y no basándose en suposiciones o en falsos prejuicios». El estudio ha sido coordinador por la unidad de Calidad, Medio Ambiente e Innovación de la APB.

Los gusanos marinos, excelente indicador del estado de conservación marina

Los gusanos o anélidos marinos, son un grupo abundante y diverso de invertebrados (con unas 17.000 especies descritas en el mundo, alrededor de 500 citadas en las Illes Balears) que habita mayoritariamente en los fondos marinos. Constituyen un modelo ideal para esta investigación, puesto que actúan como representantes de las comunidades marinas y como indicadores de perturbación ambiental.

Una embarcación del IMEDEA (CSIC-UIB), con la ayuda de buzos profesionales, recogió muestras durante el verano y el invierno de 2017, en el puerto de Palma, en el Portitxol, así como en la reserva marina de la Bahía de Palma (Cala Blava) y la isla de la Porrassa. En total se recogieron 60 muestras de sedimento y de raspados de superficies duras (muros y estructuras artificiales), que se han procesado y estudiado de manera detallada tanto a nivel morfológico como genético.

Las muestras recogidas en los sedimentos de los ambientes portuarios contienen una baja diversidad de especies, algunas de las cuales son indicadoras de condiciones ambientales degradadas, como era esperable. Sin embargo, algunas muestras tomadas en los muros más expuestos de los puertos, incluidas los muelles donde atracan los ferris y los cruceros turísticos en el dique del Oeste, reflejan un estado de conservación mejor del esperado, al contener una gran diversidad de especies, algunas propias de ambientes no antropizados.

Especies invasoras

Además, el estudio ha permitido detectar la presencia de especies invasoras, como Ficopomatus enigmaticus, presente en el catálogo de especies españolas invasoras, o especies del genero Hydroides, no citadas hasta la fecha en Baleares. No se conoce cuando han podido llegar a Mallorca ya que no existen estudios previos, y posiblemente han sido introducidas en las aguas de Mallorca adheridas a los cascos de los barcos o en estado larvario en las aguas de lastre.

Su presencia se relaciona con efectos negativos para el medio ambiente, ya que puede llegar a formar densas colonias de tubos calcáreos someros que desplacen a las especies nativas, además de provocar problemas de obstrucción de canales y compuertas en puertos y otros sistemas costeros o crecer en los cascos de los barcos. En Baleares, no se sabe cuál es la magnitud del problema ya que los ambientes portuarios no han sido estudiados en profundidad. En la actualidad hay dos estudiantes trabajando en un proyecto de Master y Fin de Grado, respectivamente, para tratar de resolver algunas de estas cuestiones.

Morfología y genética: dos métodos complementarios

En cuanto a la pregunta inicial, de carácter metodológico, que motivó la investigación, el estudio ha permitido comparar el método tradicional de identificación visual de especies basado en la comparación de datos morfológicos, con una metodología en auge para el estudio de la composición de especies de comunidades mediante técnicas de secuenciación masiva del ADN. El objetivo ha sido conocer cuál de las dos técnicas resulta más precisa y eficiente. Esta conclusión es especialmente importante para proyectos evaluación de la biodiversidad y comunidades marinas sometidas a impacto ambiental.

Con métodos tradicionales, utilizando únicamente datos morfológicos, se consiguió reconocer 203 especies. Mientras los datos puramente genéticos, a partir de la secuenciación masiva de ADN, consiguieron identificar 122 especies, un 40% menos. El solapamiento entre ambos métodos fue del 50%. Ambos métodos, por tanto, consiguen resultados complementarios y permiten, en combinación, incrementar el conocimiento de la composición de las comunidades marinas.

Los métodos genéticos presentan un potencial mayor de desarrollo, pero requiere todavía de la generación de una base de datos completa que permita asociar secuencias de ADN a especies nominales. En términos económicos y de tiempo, un sistema y otro no mostraron grandes diferencias.

Una metodología para la monitorización de ambientes portuarios

A juicio del jefe de Calidad, Medio Ambiente e Innovación de la APB, Jorge Martín, «este primer paso llevado a cabo en el puerto de Palma nos permitirá plantearnos la posibilidad de implantar el proyecto en otros puertos, tanto los que están bajo nuestra gestión como proponerlos a los que no».

De hecho, los resultados de este estudio son relevantes para las autoridades portuarias así como otras entidades interesadas en la evaluación de la calidad del medio ambiente marino, puesto que validan una metodología efectiva para estimar la biodiversidad y el estado de conservación de las comunidades marinas. Así mismo, se han obtenido por primera vez los códigos de barras genéticos para 80 especies, incrementando así las bases de datos públicas que permiten identificar especies a partir de secuencias de ADN, acelerando y abaratando las sucesivas campañas de monitorización. Gracias a esto se podrá establecer una mejor gestión y conservación de la biodiversidad, así como la detección de especies invasoras. 

Fecha de publicación: Mon Feb 18 12:56:00 CET 2019