Los métodos experimentales influyen en nuestra opinión sobre la racionalidad humana

Un estudio de la Universidad de las Illes Balears y el Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano analiza cómo la introducción de nuevos protocolos experimentales en los años setenta han moldeado nuestra forma de interpretar la toma de decisiones

Muchas de las decisiones que tomamos diariamente se basan en la intuición. Esta forma de decidir es mucho más rápida que el análisis pormenorizado de todos los datos que se deberían tener en cuenta al encontrarnos ante una encrucijada. Por el contrario, la intuición nos lleva a cometer errores al basarse en los llamados sesgos cognitivos, interpretaciones equivocadas de los datos disponibles debido a que nuestra mente da una importancia excesiva o insuficiente a algunos aspectos. Así, al utilizar la heurística como atajo en nuestras decisiones, nos resulta imposible evitar el error.

Esta interpretación, asumida hoy por la comunidad científica internacional, fue aportada en los años setenta por dos psicólogos israelíes: Daniel Kahneman y Amos Tversky. Estos investigadores publicaron en 1974 un artículo en la revista científica Science en el que argumentaban que "la gente confía en un número limitado de principios heurísticos que reducen las complejas tareas de evaluación de probabilidades y predicción de valores a simples operaciones de juicio". Básicamente, esto significaría que las personas carecen del software mental correcto para muchas tareas de juicio importantes. Con ello, estos investigadores introdujeron el programa de investigación sobre heurística y sesgos, que ha alterado profundamente la forma en que la psicología, y las ciencias del comportamiento en general, ven las competencias y la racionalidad de la mente.

Las aportaciones de Kahneman y Tversky significaron un vuelco en el campo de la investigación sobre la decisión conductual en psicología, pues refutaban de lleno la idea que la mente humana funciona sobre la intuición estadística, aportada por Cameron R. Peterson y Lee Roy Beach en 1967, solamente siete años antes. Estos dos investigadores norteamericanos revisaron más de 160 experimentos relacionados con las intuiciones estadísticas de las personas. Invocando la metáfora de la mente como un estadístico intuitivo, concluyeron que «la teoría de la probabilidad y la estadística pueden utilizarse como base para los modelos psicológicos que integran y explican el rendimiento humano en una amplia gama de tareas inferenciales». En definitiva, la teoría de la probabilidad y la estadística puede utilizarse como base para los modelos psicológicos de juicio.

¿Cómo fue posible esta transformación radical? Un artículo publicado recientemente en la revista Psychological Bulletin por el doctor Tomás Lejarraga, director del Laboratorio de Ciencia de la Decisión de la Universidad de las Illes Balears; y el doctor Ralph Hertwig, del Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano (Berlín, Alemania), examina un factor que hasta ahora se había descuidado: el programa de heurística y sesgos introducido por Kahneman y Tversky estableció un protocolo experimental en la investigación de la decisión conductual que se basaba en escenarios descritos en lugar de en el aprendizaje y la experiencia. En su trabajo, estos investigadores demuestran este cambio con un análisis de 604 experimentos, que muestra que el protocolo descriptivo ha dominado la investigación posterior a 1974.

En concreto, los investigadores examinan dos líneas de investigación abordadas en el programa intuitivo-estadístico (razonamiento bayesiano y juicios de eventos compuestos) y dos líneas de investigación impulsadas por el programa de heurística y sesgos (encuadre y anclaje y ajuste). Y concluyen que el enfoque en la descripción a expensas del aprendizaje ha moldeado profundamente la influyente visión de la propensión al error de la cognición humana. En definitiva, la revisión sistemática de los métodos experimentales llevada a cabo por el doctor Lejarraga y el doctor Hertwig muestra que el origen de estas conclusiones contradictorias puede atribuirse a un cambio metodológico desencadenado por el programa de heurísticos y prejuicios, que eliminó en gran medida el aprendizaje de las tareas de juicio.

Referencia bibliográfica

Lejarraga, T., & Hertwig, R. (2021). How experimental methods shaped views on human competence and rationality. Psychological Bulletin, 147(6), 535–564. https://doi.org/10.1037/bul0000324

Fecha de publicación: 01/12/2021