La investigación ha examinado los cambios cerebrales que se producen como consecuencia de la manipulación de diferentes factores afectivos, cognitivos y sociales, así como el papel de estos factores en el mantenimiento y la exacerbación del dolor crónico
La tesis doctoral de Ana María González Roldán, defendida en la Universidad de las Illes Balears, investiga los factores implicados en la percepción del dolor crónico y su mantenimiento en el tiempo. La tesis Dinámica de la actividad cerebral asociada al procesamiento de estímulos nociceptivos y afectivos en pacientes con dolor crónico la han dirigido los doctores Francesc Xavier Bornas Agustí y Pedro Montoya Jiménez, del Departamento de Psicología de la UIB.
El dolor crónico es un fenómeno complejo y subjetivo que se caracteriza por cambios plásticos en el sistema noniceptivo -el encargado del procesamiento del dolor- y hperexcitabilidad del sistema nervioso central, como también alteraciones afectivas y cognitivas. La evidencia empírica actual apunta claramente a la hiperexcitabilidad del sistema nervioso central como el principal mecanismo en el origen y mantenimiento del dolor crónico, ya que es responsable del aumento generalizado de la sensibilidad en los estímulos dolorosos observados en estos pacientes.
El objetivo principal de esta tesis ha sido examinar los cambios cerebrales que se producen como consecuencia de la manipulación de diferentes factores afectivos, cognitivos y sociales, así como el papel de estos factores en el mantenimiento y la exacerbación del dolor crónico. Así mismo, se ha caracterizado el funcionamiento intrínseco cerebral de los pacientes con dolor crónico durante el estado de reposo.
Para alcanzar tal objetivo, se llevaron a cabo seis estudios. Las herramientas empleadas para llevar a cabo las investigaciones incluyeron el registro de la actividad cerebral (mediante fMRI o EEG), el registro de medidas periféricas (ECG y EMG), así como diferentes instrumentos para evaluar las características afectivas de los participantes, y los factores biopsicosociales relacionados con el mantenimiento del dolor.
Los dos primeros estudios exploraron, en sujetos sanos, la actividad cerebral en respuesta a la visualización de estímulos relacionados con dolor en otras personas. Concretamente, el estudio 1 caracterizó cómo es el funcionamiento cerebral cuando observamos otras personas padeciendo dolor, mientras que el estudio 2 demostró que la visualización de experiencias somatosensoriales en otros -es decir, ver como otras personas son tocadas o dañadas- modula la actividad cerebral en la corteza somatosensorial y provoca cambios en la manera en como percibimos y procesamos los estímulos sensoriales aplicados a nosotros mismos-.
Las dos investigaciones siguientes examinaron las respuestas cerebrales a estímulos afectivos y cognitivos en pacientes con dolor crónico. Así, el estudio 3 demostró que los pacientes con dolor crónico presentan un incremento en la respuesta defensiva, tanto a nivel central como periférico, ante estímulos desagradables (como por ejemplo expresiones faciales de dolor y disgusto) y un déficit en el procesamiento de estímulos agradables (expresiones de felicidad). El estudio 4 mostró que la percepción de falta de control provoca un incremento en la activación de regiones cerebrales relacionadas con respuestas de ansiedad durante la anticipación del dolor en pacientes con dolor crónico, lo que influye a la vez en la percepción del dolor posterior.
Los dos últimos trabajos se desarrollaron con el objetivo de examinar la dinámica de los pacientes con dolor crónico durante el estado de reposo. El estudio 5 reveló que durante el estado de reposo los pacientes presentan alteraciones en la potencia de la banda delta y beta en regiones implicadas en el procesamiento del dolor, como también alteraciones en la coherencia intrahemisférica. Finalmente, el estudio 6 demostró que los pacientes con dolor crónico presentan un desequilibrio en la conectividad funcional entre regiones de la red de dolor. En particular, se encontró un incremento en la conectividad entre regiones prononiceptivas, así como una reducción en la conectividad entre áreas implicadas en la modulación inhibitoria del dolor.
Los resultados de la tesis doctoral de Ana María Gonzáles Roldán avalan la importancia del estudio de la modulación social del dolor en pacientes con dolor crónico y aportan nuevos paradigmas para su investigación. Además, demuestran que la actividad psicofisiológica de estos pacientes durante la observación de expresiones faciales desagradables, agradables y neutras se caracterizaba fundamentalmente por un aumento de respuestas defensivas (mayor alerta) tanto a nivel cerebral como periférico. En la misma línea, el estudio 4 reveló que los pacientes con dolor crónico muestran un incremento del señal BOLD (mayor activación) en regiones relacionadas con la ansiedad y el condicionamiento aversivo durante la condición de falta de control, incluso en situaciones que podrían ser consideradas como menos amenazantes o seguras para los individuos control sanos. Por lo tanto, los resultados de ambos trabajos ponen de manifiesto que los pacientes con dolor crónico presentan un sesgo afectivo que permanece, independientemente de si el estímulo o la situación suponen una amenaza real o no para la integridad corporal del individuo, independientemente de si el estímulo o la situación suponen una amenaza real o no para la integridad del individuo. Además,ponen en relieve que las cogniciones desadaptativas relacionadas con la incontrolabilidad del dolor desarrollan un papel importante en la amplificación y el mantenimiento del dolor en pacientes con dolor crónico. Finalmente, los resultados de los análisis en la amplificación y el mantenimiento del dolor en pacientes con dolor crónico. Finalmente, los resultados de los análisis de la actividad cerebral durante el periodo de reposo (estudios 5 y 6) avalan la hipótesis inicial de la existencia de un estado de hiperexcitabilidad coritcal en los pacientes con dolor crónico. Asimismo, los resultados de estos trabajos indican que esta actividad anómala no solo está presente en los sistemas cerebrales prononiceptivos del dolor, sino también en los sistemas descendientes inhibitorios.
Los estudios que integran la tesis doctoral de Ana María González Roldóan, proporcionan nuevas evidencias neurofisiológicas sobre los déficits descritos en los pacientes con dolor crónico en el ámbito clínico, que podrían ser utilizados como marcadores biológicos del dolor crónico.
Ficha de la tesis doctoral
- Título: Dinámica de la actividad cerebral asociada al procesamiento de estímulos nociceptivos y afectivos en pacientes con dolor crónico
- Autor: Ana María González Roldán
- Programa de doctorado: Neurociències
- Departamento: Institut Universitari d’Investigació en Ciències de la Salut
- Directores: Francesc Xavier Bornas Agustí y Pedro Montoya Jiménez
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Fecha de publicación: 01/08/2013