La música nos emociona más que la pintura

Una investigación con participación de la UIB pone al descubierto que las dos disciplinas artísticas nos afectan de manera desigual y que la música despierta más emociones que la pintura

La música tiene una capacidad mayor de provocar emociones más intensas que la pintura. Esta es una de las conclusiones de un estudio en el que ha participado el doctor Pedro Montoya, catedrático del Departamento de Psicología e investigador principal del grupo de investigación en Neurodinámica y Psicología Clínica de la Universidad de las Illes Balears. La investigación señala que el estado afectivo que puede producir escuchar música es más intenso que el provocado por la contemplación de una pintura.

Con la ayuda de dos pruebas en las que participaron 368 estudiantes entre 16 y 36 años, los investigadores analizaron de qué manera reaccionaban ante diferentes estímulos pictóricos y musicales seleccionados previamente. Los investigadores probaron experimentalmente cómo la música y la pintura pueden provocar emociones positivas y negativas.

En la primera de las pruebas, los participantes contemplaron y escucharon 52 obras pictóricas y 52 fragmentos musicales de manera separada y aleatoria, para indicar el grado de felicidad que les despertaban y el nivel de excitación o calma. Las obras elegidas representaban diferentes épocas y culturas de Oriente y Occidente.

Los fragmentos musicales con las puntuaciones más altas (más felicidad y excitación) fueron el gospel del inicio de la película Hércules, de Disney; el Himno de la alegría (novena sinfonía), de Beethoven; y un fragmento de la marcha del príncipe Alí en la película Aladdin, también de Disney.

En cuanto a las obras pictóricas, las más valoradas fueron el Tránsito de la Virgen, del pintor barroco José Antolínez, y Rosas, de Van Gogh. El cuadro que despertó más desagrado fue Saturno devorando a su hijo, de Goya, que iba unido a una gran excitación, como también la banda sonora de la película Psicosis, de Hitchcock, en el momento del asesinato.

Combinación dispar

En la segunda prueba se combinaron música y pintura teniendo en cuenta su valor afectivo, y se evaluará cómo se influían mutuamente, junto con los cambios afectivos que se habían producido. El equipo montó 32 vídeos en los que se combinaban 32 obras de arte con 32 fragmentos sonoros.

Según los resultados, no influye de la misma manera una música agradable sobre una pintura desagradable. Por ejemplo, la música incrementaba el valor agradable de una pintura pero, cuando se evaluaba la influencia de la pintura sobre la música, este efecto no se producía. De manera que una pintura desagradable pierde este valor cuando se combina con una música muy agradable.

El estudio, publicado en la revista Spanish Journal of Psichology, pone de manifiesto que la música emociona más que la pintura, a pesar de que buena parte de nuestros recursos cerebrales para procesar estímulos se dedican a atender aquello que es visual frente a otras modalidades sensoriales.

El equipo de investigadores estaba formado por neurocientíficos de la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad de Tübingen (Alemania), el Hospital San Camilo (Italia) y la Universidad de las Illes Balears, y un músico del Conservatorio Profesional de Música de Alicante.

Referencia bibliográfica

J. J. Campos Bueno, O. DeJuan-Ayala, Pedro Montoya i N. Birbaumer. «Emotional Dimensions of Music and Painting and their Interaction». Spanish Journal of Psychology, 18, 2015. DOI: 10.1017/sjp.2015.53.

Fuente: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de publicación: 12/11/2015