Los investigadores analizan cómo pueden incorporar la tecnología de impresión 3D para proveer de EPI reutilizables y responder de una forma rápida y eficiente a una situación de pandemia como la producida por la COVID-19.
El estudio pretende determinar la viabilidad de un procedimiento para optimizar el material de protección homologado disponible en el momento del inicio de la escalada de contagios e introducir mejoras para incrementar la capacidad de filtraje bioactivo de partículas virales.
La situación actual de la pandemia COVID-19 ha puesto de manifiesto la gran importancia de que los centros sanitarios dispongan de recursos propios para generar equipos de protección individual (EPI) en situaciones de rápida expansión de enfermedades respiratorias. Estos recursos deben permitir dotar al personal sanitario de los EPI apropiados, ya sea optimizando el material de protección ya disponible en el centro o introduciendo soluciones de reciclaje eficientes que aporten capacidad de protección en una primera respuesta rápida, a la espera de la llegada del suministro de los EPI definitivos.
La rápida disponibilidad de EPI respiratorios para todo el personal sanitario es un punto crítico para una respuesta efectiva y reduce el riesgo de contagio del personal del centro. En estas situaciones clínicas críticas hay que tener prevista la posibilidad de que cada centro se pueda proveer de manera autónoma de ciertos elementos de protección con garantías de mantener la protección del personal (al menos de forma transitoria hasta la llegada del suministro habitual definitivo del material EPI).
Un equipo de investigadores de la Universidad de las Islas Baleares ha colaborado con investigadores clínicos del Hospital de Inca para analizar la viabilidad de un procedimiento que debería permitir mejorar la capacidad de producir material EPI homologado favoreciendo la reutilización de material de protección homologado y, a su vez, mejorar la capacidad de filtraje y viricida. Esta mejora hace que las mascarillas puedan tener más capacidad de filtrar partículas virales y, a su vez, crear una barrera para la desactivación del virus en el mismo filtro. De este modo, se incrementa la protección del personal sanitario y de los pacientes ante posibles infecciones, como las causadas por el virus SARS-CoV-19, responsable de la COVID-19.
Los planteamientos teóricos de este procedimiento habían sido publicados previamente por investigadores de universidades de Corea y del Canadá (Quan FS, et al. Scientific Reports, 2017). Ahora, desde la UIB y el Hospital de Inca, se intenta demostrar por primera vez la viabilidad de la aplicación práctica de este procedimiento usando la impresión 3D como tecnología facilitadora. El procedimiento consistiría en diseñar una mascarilla que cubriese la boca, la nariz y los ojos, e incorporase un filtro bioactivo formado por una membrana filtrante recubierta por una disolución salina altamente concentrada, lo que incrementaría su capacidad para inactivar los virus y, por tanto, mejoraría su capacidad de filtración.
El trabajo lo llevan a cabo conjuntamente los investigadores del Grupo Multidisciplinario de Oncología Traslacional (GMOT) de la Universidad de las Islas Baleares, que dirige la doctora Pilar Roca Salom, catedrática de Bioquímica y Biología Molecular, los investigadores clínicos del Hospital de Inca, encabezados por el doctor José Reyes Moreno, jefe de la sección de Aparato Digestivo de este hospital y profesor asociado de la Facultad de Medicina de la UIB, y por los investigadores del grupo de eHealth y Telemedicina Multidisciplinaria mediante Sistemas Inteligentes Ciberfísicos del IdisBA, los doctores Yolanda González Cid y Bartomeu Alorda Ladaria, profesores titulares de universidad de la UIB.
Además, para la fabricación con tecnologías de impresión 3D por estereolitografía, cuentan con el apoyo del grupo de investigación de Análisis por inyección en flujo y análisis de trazas (FI-TRACE), dirigido por el doctor Manuel Miró Lladó, catedrático de Química Analítica de la UIB; el grupo de Química Analítica, Automatización y Medio Ambiente, dirigido por el doctor Víctor Cerdà Martín, catedrático emérito de Química Analítica de la UIB, y el grupo de Química de Materiales, dirigido por la doctora Gemma Isabel Turnes Palomino, catedrática de Química Inorgánica de la UIB.
En fase de validación
Los resultados conseguidos por los equipos de la UIB y el Hospital de Inca se encuentran ahora mismo en fase de validación. Este proceso es imprescindible para que esta innovación se pueda llegar a aplicar de forma clínica y previsiblemente se alargará unas semanas. En el momento en el que se consiga la validación del mecanismo de mejora de las mascarillas, se podrá empezar a aplicar en los centros hospitalarios.
Actualmente, el equipo de investigadores ha presentado la iniciativa de filtro bioactivo conjuntamente con diseño de mascarilla con impresión 3D en la convocatoria de expresiones de interés para la financiación de proyectos innovadores que minimicen la trasmisión de la enfermedad COVID-19 en el ámbito sanitario en las Islas Baleares.
Colaboración entre la UIB y el Hospital de Inca
Este proyecto ha sido posible gracias a la estrecha colaboración que mantienen el GMOT y los investigadores clínicos del Hospital de Inca. Esta colaboración se ha materializado los últimos años en el proyecto CINUIB, que tiene como objetivo diseñar un nuevo equipo de diagnóstico no invasivo para el cribaje y la detección precoz del cáncer colorrectal.
Referencia bibliográfica
Quan, F., Rubino, I., Lee, S. et al. «Universal and reusable virus deactivation system for respiratory protection». Scientific Reports, 7, 39956 (2017). https://doi.org/10.1038/srep39956
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Fecha de publicación: Tue May 12 10:50:00 CEST 2020