La investigación se ha publicado en el último número del Journal of Applied Ecology
Un estudio científico hecho por los investigadores del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA, CSIC-UIB) en colaboración con la Universidad de La Coruña, la Universidad de California en Riverside y la Generalitat Valenciana, analiza la rápida respuesta de los buitres comunes (Gyps fulvus) al paro de turbinas individuales en parques eólicos y a la ubicación de comedores artificiales alejados de zonas problemáticas que se llevaron a cabo para incrementar la supervivencia y la tasa de fecundidad de esta especie tras la crisis alimentaria de las vacas locas (2006-2008). Los investigadores del IMEDEA (CSIC-UIB) que han participado en este estudio son Alejandro Martínez-Abraín, Giacomo Tavecchia y Daniel Oro, del Departamento de Biodiversidad y Conservación.
El estudio se ha localizado en la zona este de España, entre las provincias de Castellón y Terol, que es una de las áreas que concentra una mayor población de buitres comunes del Estado (aproximadamente un 21 por ciento de la población total de esta especie en España). Los resultados de la investigación indican que la población de estas aves, que hasta el momento de la crisis de las vacas locas se encontraba en rápido crecimiento, sufrió una reducción del 24 por ciento, coincidiendo con la actuación sincrónica de las turbinas eólicas y la carencia de suministro de carroñas en los puntos de alimentación de aves rapaces necrófagas, debido a las restricciones legales causadas por la epidemia de encefalopatía espongiforme vacuna (EEB).
Concretamente, los buitres experimentaron una reducción en su probabilidad de supervivencia del 30 por ciento y una reducción en la fecundidad del 35 por ciento. Aún así, la población de buitres recuperó su tasa de crecimiento anterior más rápidamente de lo que se esperaba una vez se pararon las turbinas más problemáticas y se abrieron comedores alejados de las zonas más conflictivas. La acción del parque eólico resultó ser la causa más profunda del descenso en la tasa de supervivencia y, como aclara el doctor Alejandro Martínez Abraín, autor del estudio: «la rápida recuperación fue debida probablemente a la acción de dos mecanismos naturales de amortización: la inmigración desde grandes colonias próximas y el regreso a la reproducción de adultos que habían abandonado la cría al empezar los problemas».
Escasez de comida y aerogeneradores
En España, los buitres y otras aves carroñeras desde hace siglos reciben comida suplementaria del hombre, pero estos comedores artificiales se cerraron durante el 2006/2007 como parte de las medidas de control de la enfermedad EEB. Estudios científicos previos destacan la utilidad de estas estaciones alimentarias para incrementar la supervivencia de carroñeras amenazadas, si bien inevitablemente llevan asociada una indeseable concentración de la especie en un espacio concreto.
Por otro lado, el riesgo de muerte por colisión con las turbinas de los parques eólicos se ha incrementado considerablemente en los últimos años. Estos parques se ubican generalmente en áreas de viento de vertiente, lo cual suele coincidir con el área operativa de las colonias de las especies carroñeras, que utilizan las mismas corrientes de aire para planear.
«Utilizando los datos de captura y recaptura y la observación directa para controlar el impacto de estos cambios en la población de buitres, se ha llegado a la conclusión de que tanto los parques eólicos como la alimentación suplementaria pueden tener consecuencias complejas si la colocación o el cierre de comedores altera los patrones espaciales de movimiento, de forma que los buitres, dado que se tienen que desviar de la ruta habitual, son más vulnerables a las turbinas de viento», precisa Martínez Abraín.
Eficiencia en la gestión, el punto clave
El cierre puntual de turbinas ha resultado una medida efectiva de gestión a corto plazo, junto con la disponibilidad a largo plazo de fuentes de alimento dispersas en el espacio, lejos de los parques eólicos. Así, el científico incide en la importancia de una óptima gestión medioambiental: «es fundamental y recomendable que los comedores de los buitres imiten al máximo el escenario ecológico de alta impredictibilidad en el cual los buitres han evolucionado, disponiendo de muchos comedores de tamaño pequeño repartidos por las áreas de campeo de los buitres, evitando de este modo los efectos negativos de la concentración alrededor de las áreas de cría». Además, añade el investigador, «esta solución de gestión es más barata que el cierre de parques eólicos enteros o incluso que la paralización de turbinas de viento individuales, lo cual puede ocasionar altos costes económicos».
El estudio lo han financiado el Servicio de Biodiversidad de la Generalitat Valenciana y el Ministerio de Ciencia e Innovación.
Fuente: IMEDEA
Referencia bibliográfica
Alejandro Martínez-Abraín, Giacomo Tavecchia, Helen M. Regan, Juan Jiménez, Martín Surroca and Daniel Oro. «Effects of wind farms and food scarcity on a large scavenging bird species following an epidemic of bovine spongiform encephalopathy». Journal of Applied Ecology doi: 10.1111/j.1365-2664.2011.02080.x
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Fecha de publicación: Wed Nov 30 12:48:00 CET 2011